28/07/2016
Hiroshima
El Shinkansen o tren bala nos llevó hasta Hiroshima (ruta Shin-Osaka-->Hiroshima), la idea era pasar la mañana viendo Hiroshima (ruta de bus y museo, ya que no hay mucho más) y por la tarde coger el barco hasta Miyajima.
Nada más llegar con el tren dejamos las maletas en las taquillas de la estación para no cargar con ellas y nos fuimos en busca del bus turístico gratuito (hay que saberse todos los trucos). Nuestra primera parada, el Dome, la cúpula. Unos de los pocos restos de edificio que quedan que resistió a la bomba atómica (solo se han hecho pequeños trabajos de restauración). Los americanos dejaron caer la bomba sin tan siquiera saber el alcance que podía llegar a tener.
Los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki fueron ataques nucleares ordenados por Harry S. Truman, presidente de los Estados Unidos, contra el Imperio del Japón. Los ataques se efectuaron el 6 y el 9 de agosto de 1945 respectivamente. Después de seis meses de intenso bombardeo de otras 67 ciudades, el arma nuclear Little Boy fue soltada sobre Hiroshima el lunes 6 de agosto de 1945, seguida por la detonación de la bomba Fat Man el jueves 9 de agosto sobre Nagasaki. 105 000 y 120 000 personas murieron y 130 000 resultaron heridas.
Se estima que hacia finales de 1945, las bombas habían matado a 166 000 personas en Hiroshima y 80 000 en Nagasaki,totalizando unas 246 000 muertes, aunque sólo la mitad falleció los días de los bombardeos. Entre las víctimas, del 15 al 20 % murieron por lesiones o enfermedades atribuidas al envenenamiento por radiación. Desde entonces, algunas otras personas han fallecido de leucemia (231 casos observados) y distintos cánceres (334 observados) atribuidos a la exposición a la radiación liberada por las bombas. En ambas ciudades, la gran mayoría de las muertes fueron de civiles.
Seis días después de la detonación sobre Nagasaki, el 15 de agosto, el Imperio de Japón anunció su rendición incondicional frente a los «Aliados», haciéndose formal el 2 de septiembre con la firma del acta de capitulación. Con la rendición de Japón, concluyó la Guerra del Pacífico y por tanto, la Segunda Guerra Mundial.
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Algunas curiosidades de la bomba atómica:
1. Avisos previos
Se dice actualmente que antes de tirar la bomba, las Fuerzas Armadas norteamericanas avisaron sobre el bombardeo tirando panfletos en las ciudades de Hiroshima, Nagasaki y otros 33 posibles blancos. También se transmitieron avisos cada 15 minutos en una radio local controlada por Estados Unidos.
2. Quejas de las autoridades
Durante varios años Tadatoshi Akiba, alcalde de Hiroshima, envió cartas a las autoridades norteamericanas para que dejaran de hacerse pruebas nucleares. En ellas protesta contra éste tipo de armamento por ser muy peligroso para la población, pero nunca se le hizo caso.
3. La elección
Hiroshima fue elegida porque no había sido bombardeada de manera tradicional por los norteamericanos y porque deseaban probar cuál sería el efecto de la bomba atómica en ese sitio. Además era una base militar importante y este ataque no solo demostraría la superioridad de Estados Unidos sobre la Unión Soviética, sino que terminaría la guerra sin bajas norteamericanas.
4. Radares atentos
Los radares japoneses detectaron a los aviones norteamericanos, pero decidieron no hacer nada con ellos porque no fueron vistos como amenaza. Estas naves eran las que cargaban ambas bombas atómicas, la de Hiroshima y la de Nagasaki.
5. Características del bombardeo
La bomba se lanzó en paracaídas y explotó a 580 metros del suelo. Instantáneamente murieron entre 60 y 80 mil personas, y el calor era tan intenso que algunas simplemente desaparecieron. El conteo final es de aproximadamente 135 mil personas y muchas murieron por la radiación a largo término, que causó enfermedades irreversibles.
6. Órdenes para morir
Durante el ataque a Hiroshima el Enola Gay, avión que cargaba la bomba atómica, llevaba 12 pastillas de cianuro para que tomaran en caso de que la misión se viera comprometida. De las 12 personas a bordo solo 3 sabían el propósito de la misión.
7. Un japonés sobrevivió a las 2 bombas atómicas
Una de las más grandes curiosidades respecto a los tristes incidentes del 45 es que hubo una persona que sobrevivió a las dos detonaciones. Realmente increíble, pero así fue, se trata del japonés Tsutomu Yamaguchi, quien salió con vida de ambos ataques durante la Segunda Guerra Mundial.
8. Otro sobreviviente...
Otro sobreviviente a una bomba atómica fue Shigeki Tanaka. Este japonés no sólo salió con vida de la detonación de la bomba de Hiroshima, sino que en 1951 viajó a los Estados Unidos para participar de una maratón en Boston. Curiosamente, Tanaka ganó la carrera.
9. Gingko Biloba
Al parecer estos árboles tienen 270 millones de años, y son extremadamente fuertes. Luego del bombardeo fueron una de las pocas especies que sobrevivieron, y siguen vivas hasta la actualidad.
10. El último vivo
El último miembro vivo del Enola Gay era Theodore Van Kirk, quien falleció a los 93 años, el día de hoy. Tenía muchos reconocimientos como soldado y era considerado un héroe de guerra. Claro que es la visión norteamericana, probablemente los japoneses no dirán lo mismo.
11. “El gordo y el pequeño”
Este fue el nombre secreto que se utilizó en clave durante la Segunda Guerra Mundial para referirse a la bomba atómica detonada sobre Nagasaki. Para ser un poco más precisos, los norteamericanos le llamaban “Fat man”, que sería algo así como “Hombre gordo” o simplemente “El gordo”. La otra, la de Hiroshima, se llamaba "Little boy", que sería "El pequeño niño" o "El pequeño".
12. La bomba de Nagasaki no iba a caer en Nagasaki
En un primer momento, la idea original no era que la bomba se detonara sobre Nagasaki, sino sobre Kokura. La mañana del 9 de agosto de 1945, Kokura amaneció cubierto de oscuras y espesas nubes que no permitían una buena visión, por lo cual, los soldados simplemente decidieron pasar a la segunda opción: Nagasaki. El resultado fue uno de los instantes más fatídicos y crueles en la historia de la humanidad. 100.000 vidas en un segundo.
13. Calvario
Exactamente 1 mes después de que se detonara la bomba en Hiroshima, un tifón azotó la ciudad nuevamente. Como resultado perdieron la vida otras 2000 personas.
14. EE. UU. aún utiliza bombas atómicas fabricadas en aquel entonces
Aún hoy en día, EE. UU. utiliza las bombas atómicas que fabricó en aquél entonces. Las utiliza como fuente de energía, obteniendo el 10% de toda la energía del país a partir de bombas atómicas desmanteladas.
15. Una vez se detonó una bomba de hidrógeno en el espacio
En 1962, EE. UU. volvió a detonar otra bomba de hidrógeno. Para esa ocasión, se trató de una bomba 100 veces más potente que la detonada en Hiroshima.
16. Godzilla
Godzilla fue creado basándose en los atentados a Hiroshima y Nagasaki. El monstruo es un resultado de la radiación causada por ambas bombas y es una mezcla de varios animales en uno.
17. ¿Por qué Hiroshima y Nagasaki no son radiactivos?
Una de las preguntas más frecuentes acerca de Hiroshima y Nagasaki es por qué aún vive gente allí y por qué estos lugares no son radiactivos si 2 bombas atómicas se lanzaron allí. En realidad, tiene mucho sentido. Bueno, es porque las bombas nunca tocaron el suelo, fueron detonadas en el aire con una precisión exacta. La imagen muestra la ciudad de Hiroshima hoy, como se puede ver en la actualidad.
18. La Llama de la paz
Hiroshima mantiene prendida la Llama de la Paz desde 1964 y solamente la apagarán cuando el mundo se vea libre de las armas nucleares. Es la manera que la población japonesa tiene de desaprobar éste tipo de armamentos.
http://www.taringa.net
Las calles de alrededor del museo aún reflejan en sus gentes el efecto devastador que tuvo: Desde el señor en un parque al lado de la cúpula, que explica que su madre embarazada desarrolló cáncer de ovario años después de dar a luz, son los llamados hijos de la bomba. La niña pequeña que se te acerca al lado del símbolo del origami gigante para entregarte uno de papel en memoria de los niños fallecidos aquel día y que junto a sus compañeros de colegio te pregunta de que país eres para anotarlo en su registro.
Pero lo que realmente refleja todo lo que representó aquel momento, desde el día del impacto, los días posteriores y todos los momentos importantes hasta el día de hoy, ese es el museo de Hiroshima. Refleja cada detalle, a veces incluso demasiado, pero conociendo la manera de ser de los japoneses , no es más que el querer reflejar lo que sucedió, con la intención de compartirlo y el deseo extremo de que no vuelva a suceder nunca más. Como pudimos comprobar, los japoneses no odian a los americanos, y motivos tienen, pero saben que el odio lleva al odio y no quieren que lo que a ellos les pasó, les pase a otros.
Algunos de los objetos que se encuentran en el museo han sido donados por las familias y dan muestra del horror de ese día, desde relojes parados justo a la hora de la explosión debido a la ola expansiva, a objetos derretidos por el calor, cristales clavados en planchas de acero que reflejan la violencia del impacto, un trozo de escalera con la sombra de una persona que literalmente se desintegró, paredes manchadas de lluvia negra radioactiva, etc...
Estar en Hiroshima, ver el museo y compartir lo que ellos sienten, te marca la vida en algunos aspectos, y como dice nuestro amigo Keichi: "we'll never do the same mistake".
Después de salir del museo continuamos la ruta en el bus turístico visitando la parte exterior del castillo de Hiroshima.
Finalizamos a media tarde la ruta y vuelta a la estación para coger el tren de nuevo hacia Miyajima, concretamente a la estación de Miyajimaguchi, una vez llegas a la estación y en linea recta cruzando un par de calles llegas al ferry que te lleva hasta Miyajima.
Nuestra llegada fue hacia las 17:30 a la estación y el viaje en ferry no duró más de 15min, pero desde este ya se podía observar una imagen encantadora del torii en el agua. era como si flotara.
En la isla habíamos escogido un alojamiento típico japones, un Ryokan, y desde que llegas son todo sorpresas, ya que te van a buscar a la estación, pero has de llamarles desde una cabina cuando llegas. Nada mas entrar al hotel y antes de llegar a la recepción, ya te están diciendo que te pongas unas zapatillas que te dejan allí y te guardan tu calzado.
El Ryokan muy bonito y con vistas a la playa y el puerto, a veces veíamos pasar ciervos por delante. Con la reserva nos entraba la cena típica japonesa y elegimos la opción de las 19:00.
A las 19:00 ya estábamos de vuelta en la habitación y justo llaman a la puerta y entra una señora de unos 70 años (mas o menos, porque aquí parecen todos mas jóvenes) y nos empieza a hablar en japones, haciéndonos preguntas y todo!!!. Truco infalible, decir a todo que si cuando se trata de comida. Bueno, pues la señora nos plantó allí la comida y se supone que nos estaba explicando cada uno de los platos típicos y como se debían comer. Una vez acabó y se fue, nos lo comimos casi todo, porque había algunas cosas muy raras y además sostenemos la teoría que cuando salió le dijo a la compañera : "entra tu, que estos no se enteran de nada", porque luego al traernos el te y el postre vino una chica joven que hablaba algo de inglés.
Además de la cena, también teniamos lo más tradicional en un Ryokan, es decir, no sofá, no cama, si tatami, si comer sentado en el suelo....bastante incomodo. Justo acabar la cena también vinieron a hacer la cama (poner el futon en el suelo). Pensabamos que sería todo un ritual y como el último bus hacia el torii (el Ryokan estaba un poco lejos) era a las 21:00, les dijimos que lo hicieran luego para no perdernoslo. Se ríen, como casi siempre todos, pero acceden y nos montamos en el bus de camino al torii (lights up), porque por la noche el torii esta iluminado. Muy bonito por cierto, ya que este torii cambia de día, de noche con las luces, con marea alta cubre la base el agua del mar y con marea baja se puede caminar por debajo.
Un torii (鳥居?) es un arco tradicional japonés que suele encontrarse a la entrada de los santuarios sintoístas (Jinja), marcando la frontera entre el espacio profano y el sagrado. Consisten en dos columnas sobre las que se sustentan dos travesaños paralelos, frecuentemente coloreados de tonalidades rojas o bermellones. Algunos poseen tablas escritas montadas entre las barras horizontales. Tradicionalmente, los torii eran de madera o piedra, pero recientemente se han comenzado a hacer en acero o acero inoxidable.
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A la vuelta hacia el hotel, hicimos una de las nuestras, ya que habíamos quedado con el mini bus a las 21:50h, pero nos presentamos en el punto de quedada a las 22:30h (se nos fue un poco de las manos, ya que nos encontramos con nuestros amigos españoles recién conocidos en el castillo de Osaka). Cuando llegamos el bus no estaba, lógico, así que iniciamos el camino a pie hacía el hotel, pero nuestra sorpresa fue que de camino nos cruzamos con el bus que volvía a buscarnos a la estación. Le hicimos señas y paró a recogernos.
Ya a "salvo" en el hotel y aunque el día había sido completito, no nos podíamos ir a dormir sin probar la ultima "atracción" del hotel, el Onsen. En la habitación nos hicieron la cama futón encima del tatami con un ritual que Joana siguió al pie de la letra, es más, el chico hizo una y Joana la otra, nos vestimos con un Yukata (Kimono de verano), y fuimos al baño japones, no sin antes hacernos unas fotos haciendo el chorra.
Se conoce como onsen (温泉?) a las aguas termales de origen volcánico que se encuentran en Japón.
Son los baños tradicionales japoneses, que aprovechan el calor natural de estas aguas procedentes de la gran actividad volcánica y sus propiedades beneficiosas (minerales, sales…) para el cuidado de la piel, la belleza y la salud.
Los de uso más común son las casas de baños termales, ya que la gente no suele utilizar los que están al natural por no ser cómodos a la hora del baño (no hay WC, ni secador, ni vestuario…)
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Al final el Onsen, no deja de ser un jakuzzi con unas aguas con minerales, separado para hombre y mujeres donde te bañas desnudo, en muchos no te dejan entrar si vas con tatuajes y te has de lavar antes de meterte (explicación campechana). Al acabar te quedas muy relajado y no hay que ducharse ya que así mantienes los minerales beneficiosos para el cuerpo.
Después de esto directos a la cama, donde descansamos muy bien, ya que el día había sido movido y entre el baño y el cansancio, caímos rendidos.
Al día siguiente nos esperaba más de Miyajima por la mañana, y por la tarde tren destino a Tokio.
