lunes, 30 de julio de 2012

Koh Tao (15-20 Julio)

Llegábamos al paraíso, os podéis imaginar lo que se siente cuando ves que el barco en el que vas se acerca a una de esas islas que sólo ves en las postales? Agua azul turquesa a través de la cual ya intuyes que el fondo submarino es coral al 100%, bungalows camuflados entre los árboles frondosos... sólo hubo un momento de estrés, la llegada al puerto, podéis verlo en la foto. Qué es lo bueno? que todos esos tailandeses son los trabajadores de los hoteles que van a recibir y trasladar a los recién llegados.




Nuestro hotel era el Koh Tao Resort, un hotel a pie de playa y ubicado en el sur de la isla, una de las zonas tranquilas de la isla. Cómo no, aprovechamos para hacer inmersión, aquellas aguas no se merecen menos. Preguntamos en el club de inmersión del hotel y nos dijeron que tenían un instructor que era español, Rubén, de Bilbao, y pasamos unos días con él. Nos encantó, el fondo marino está lleno de vida, vegetal y animal, hicimos dos inmersiones el primer día por la tarde y otras dos el segundo día por la mañana.

Para entonces ya habíamos decidido que era el momento de avanzar en nuestro nivel de buceo, así que hicimos el curso Advanced Open Water los otros dos días restantes. Este curso consistía en realizar 5 inmersiones, hay dos especialidades obligatorias, profundidad y orientación, y tres opcionales (elegimos buceo multinivel, pecio o barco hundido y inmersión nocturna).  Una vez más, la inmersión nocturna volvió a ser la más esperada y disfrutada! Recuerdo el momento en el que tapamos nuestras linternas y en la más profunda oscuridad (lo de profunda es muy acertado) agitamos los brazos y pudimos ver pequeñas partículas fluorescentes, imagen del plancton fluorescente que se mueve en esas aguas, apasionante!


Y qué podemos decir de las especies que se pueden ver allí: peces gobie, pez ballesta (muy agresivo), pez globo  (pero sin inflar, pues si provocas que se inflen pueden morir), barracudas, nudibranquios, y muuuucho coral.




Ahora bien, ésta no fue la única experiencia, el día empezaba montándonos en una barca que casi a ras de arena nos transportaba hasta el barco desde el cual realizábamos las inmersiones y que ya iba provisto de botellas de aire, plomos... y del personaje más peculiar que te puedas imaginar, el Capitán. Un señor que sólo hablaba tailandés, que yo no sé como Rubén y él se entendían, que aún viviendo día y noche en un barco, no sabía nadar (un día que decidió probar tuvo tan mala suerte que se le enganchó una medusa enorme de la cual aún guarda marcas considerables en la piel), secaba el pescado que pescaba y luego se lo comía, bueno, todo un espectáculo.

Por lo demás, todos muy amables, así es la educación tailandesa, Sawa di ka cada vez que te ven.

En esta isla también hicimos snorkel, así pudimos ver al tiburón de puntas negras, pues suele estar en la bahía de los tiburones (Shark Bay), que curiosamente y gratamente la teníamos muy cerca del hotel.


Al quinto día de estar allí tocaba abandonar la isla, rumbo a Vietnam, para hacer una escapada a una de las propuestas a maravilla del mundo, la bahía de Halong.

lunes, 23 de julio de 2012

Phuket - Phi Phi Islands (13 - 14 Julio)

Día 13:
Simplemente volamos de Chiang Mai a Phuket, nos acomodamos en el hotel y dimos una vuelta para contratar la excursión del día siguiente a las Phi Phi Islands.

Día 14:
Un minibus nos recogió en el hotel a las 7:30 horas para ir al puerto que se encuentra al otro lado de la costa. Después de unos 50 minutos tomamos un Speed Boat (lancha rápida) hacia las Islas Phi Phi, realizando la primera parada en Maya Beach, la correspondiente a dónde se rodó la película "La Playa" de Leonardo di Caprio. Un paraje idílico si no fuera por la sobresaturación de gente y lanchas con turistas, y porque no hizo muy buen día. No obstante, estuvimos haciendo un poco de snorkel.



La verdad que la cosa cambia de la película:


A la realidad (si hubiera hecho sol y no hubiera tanto turista, se pareceria mas):



Aquí estuvimos una media hora y después cogimos el barco para seguir la ruta.

Pasamos por un par de sitios aunque no nos paramos, solo era para hacer fotos, uno de lo lugares era la viking cave y el otro una bahia de colores magnificos y pequeñas calas, llenas de montañas redondeadas cubiertas de vegetacion.


De ahí, nos dirigimos a monkey beach, que corresponde a una de las islas, donde bajan los monos a la playa a que les demos de comer, un poco turístico, pero estuvo bien. Después de comer volveriamos aqui a hacer un poco de snorkel.




Para comer fuimos a phi phi don, la isla mas grande, con hoteles y un comedor turístico. Después de comer dimos una vuelta, tuve tiempo de ayudar a unos lugareños a levantar su barca con un tronco de madera y pusimos rumbo a la siguiente parada.

Partimos hacia otra isla con un arrecife coralino donde tuvimos tiempo para snorkling en medio de infinidad de peces de colores. La verdad que si tirabas un poco de pan en la orilla, se arremolinaban cientos de peces.



Esta era la última parada, antes de volver donde habiamos cogido el barco y de ahí en minibus al hotel.

Esa noche salimos a cenar y ya fuimos un poco mas por todo el centro neuralgico de Pukhet (zona playa) y pudimos comprobar que efectivamente es como Lloret o peor. Por esta zona, además, es por la única que nos han ofrecido ver el "ping pong show" (si alguien no sabe lo que  es que lo busque por internet).

De ahí a dormir ya que nos levantabamos pronto para coger un avion a Koh Samui y de ahí en barco a Ko Tao, o sea que ya sabeis el proximo destino....

sábado, 21 de julio de 2012

Chiang Mai (11 - 12 Julio)

Dia 11:
Este dia no teniamos nada programado y lo destinamos a volver a la agencia con la que habiamos reservado el viaje a Chiang Rai, para reservar la excursión a la granja de elefantes. Desde España ya habiamos reservado un dia con los elefantes en Patara Elephant Farm, por unos 6000 Bats por persona con un elefante por persona, un poco caro para ser Tailandia, pero según las opiniones de Trip advisor era genial y no era el tipico paseo en elefante. Una vez en Tailandia preguntando y hablando con la gente nos comentaron otros sitios que hacen lo mismo y no son tan caros, ya que la granja Patara se aprovecha de que sale en la Lonely Planet. Así que, cancelé la reserva (no había pagado nada) y contratamos el dia en Chiang Mai Elephant Care, que nos salió por 2000 Bats por persona y un elefante para cada uno.

Después de esto, la intención era ver el último templo importante que nos quedaba de Chiang Mai e ir al Tiger Kingdom, así que buscamos un taxi para la ocasión, ya que estos dos sitios están un poco lejos. 

Después de negociar el precio con el taxista, acordamos los dos sitios por 450 Bats (mas o menos 12€). Buen precio contando que cada sitio está a unos 15km de Chiang Mai y que el taxista estuvo con nosotros unas 5 horas, ya que se esperaba cada vez que visitábamos algo.


Primero el taxista nos llevó a ver los tigres al Tiger Kingdom. Tiger Kingdom es básicamente un criadero de tigres. Los tigres nacen aquí, pasan aproximadamente un mes con sus madres antes de ser trasladados a otro recinto donde pasan otro mes bajo la supervisión de los veterinarios del centro. Cuando tienen 2 meses y comprueban que siguen un crecimiento normal, entonces los llevan a las jaulas donde la gente puede empezar a visitarlos.

Los tigres que se pueden visitar en Tiger Kingdom tienen como máximo 2 años. Esto es así porque, en palabras de sus cuidadores “después de 2 años los tigres no conocen a nadie”. Son animales salvajes y extremadamente peligrosos, por eso sólo se puede “jugar” con ellos hasta una cierta edad. 

A partir de esa edad viven una vida mucho más tranquila, e incluso los llevan a otros lugares donde pueden vivir en libertad (vigilados). Aunque en si el centro es un poco turistada, gracias a la gente que viene a visitar a los tigres mientras están aquí, se consiguen los medios para la repoblación. No hay que olvidar que el tigre es un animal en peligro de extinción…Además, aquí están muy bien cuidados. Duermen en jaulas separadas, porque son muy territoriales, y tienen lugares elevados para dormir porque la humedad del suelo no les sienta bien. 

Los cuidadores realmente se preocupan por ellos y están bien entrenados para manejarlos. Conocen a sus tigres y saben cuándo no deben ser molestados, y lo respetan. Además, no hacen nada de numeritos circenses; se limitan a criar a los tigres lo mejor que pueden, y a integrar su cuidado con el contacto humano.

Cuando llegas has de elegir la entrada, o sea, con que tigres te quieres meter en las jaulas, muy pequeños, pequeños, medianos o grandes, y sus combinaciones. Nosotros elegimos los dos extremos, muy pequeños y grandes (1100 Bats por persona).

Estás en la jaula unos 15 minutos y todo el rato acompañados por un cuidador que te dice lo que hacer y donde ponerte, además de responder (si sabe algo de inglés) a las preguntas que quieras hacerle.



Después de aquí, fuimos al templo de Doi Suthep, un templo en lo alto de la montaña con unas vistas espectaculares de la ciudad y 306 escalones para subir hasta él. Hay opción de ascensor por 20 Bats, pero es mas chulo andando. Una vez arriba contemplamos las vistas, los diferentes budas, un par de vueltas al templo y otra vez para abajo donde nos esperaba el taxista para poner rumbo a Chiang Mai, justo en el mismo lugar que lo habiamos cogido.




Después de comer, nos fuimos para el hotel y por la tarde/noche volvimos a ir al mercado nocturno, donde hicimos las primeras compras. 


Dia 12:


El "gran dia" de los elefantes. Como hemos explicado anteriormente, la gran habilidad regateadora que habíamos desarrollado nos llevó a cancelar la reserva que teníamos con la compañía Patara y decidirnos por una excursión de un día en la cual se realizaban las mismas actividades por un precio más económico. Unos italianos que conocimos nos dijeron que el Patara Farm está recomendado en la Lonely Planet, ahora lo entendíamos todo.

El día empezó un poco "light", pues nos subimos en una furgoneta, en la parte trasera evidentemente, y da gracias que éramos pocos, en Tailandia se llegan a ver hasta cerca de 20 personas subidas del mismo modo y de pie, para ir a trabajar, para ir al cole...
Paramos para comprar plátanos para alimentar a los elefantes, íbamos a ser sus cuidadores por un día, así que necesitábamos lo imprescindible, la comida. Luego nos pusimos rumbo al lugar, y después de una hora llegamos a la granja. Su peculiar cuidador, y dueño del lugar, nos llevó en la furgoneta y estuvo todo el día con nosotros, haciendo de guía. 


Una vez en la granja, primero les dimos de comer a algunos elefantes y después nos explicó cosas sobre ellos, por ejemplo, su embarazo dura dos años, comen hasta 200 kilos de plátanos al día, etc. Y lo más importante para lograr el objetivo del día, montar y guiar un elefante por la selva, las órdenes que hay que dar para que te hagan caso!


Parece imposible, pero lo conseguimos. E aquí una pequeña muestra del "lenguaje" paquidermo:
- Huh, huh (acompañado de golpe de pies en las orejas): avanzar
- Kwei, kwei (con golpe de pie en la oreja contraria al lado al cual quieres que gire el animal, el Juan se equivocó al principio y el elefante acabó en el tanque de agua, dándose/le una ducha, muy muy divertido!)




- hao! (con piernas "bloqueando" el cuello del animal): parada
- som suu!: para que doblara la pata delantera y así poder subirnos al elefante
- Toi toi: marcha atrás


Después de haber practicado uno a uno, nos asignaron un elefante y un mahout (cuidador de elefantes), y tuvimos que poner esto en práctica durante una hora y media por la selva, por caminos realmente estrechos, y con subidas, bajadas, paradas para que el elefante se rascara... (en este último caso tienes que levantar las piernas para que no te las aplaste contra aquello que esté utilizando para rascarse, sea árbol, roca u otro elefante).



Y llegó la hora del baño! El paseo anterior acabó en el río,y allí nos enguarramos todo lo que pudimos y más. Los animales se lo pasaron genial, y nosotros ni te cuento. Es mejor que veáis las fotos y los vídeos y saquéis vuestras propias conclusiones.
Sólo tenemos que decir: Experiencia totalmente recomendable e increíble!!!!!





Próxima parada, un dia en Pukhet y las Phi Phi Island...


lunes, 16 de julio de 2012

Chiang Mai (8-9-10 julio)


Dia 08

Y después de 6 horas en autocar, ya estamos en Chiang Mai. Justo bajarnos del autocar, nos acosa el primer conductor de TukTuk y como era tarde y no sabíamos muy bien donde estábamos aceptamos pagar los 200 Bats que nos pedía por llevarnos al hotel, en los siguientes días descubriríamos que era un precio un poco caro, aunque al cambio fueran alrededor de 5 €.
Esa noche, lo único que hicimos después de hacer el Check-in en el hotel, es cenar y darnos un paseo por el mercado nocturno (16:00 a 00:00), lo que convertiríamos en una constante durante los sucesivos días, ya que lo teníamos al lado del hotel y es donde aprenderíamos el arte del regateo.

Dia 09

El día siguiente lo dedicamos a ver templos por Chiang Mai y a consultar/solicitar las excursiones para los próximos días, ya que hay que ir preguntando en varias “agencias” para saber cual es el precio más o menos óptimo y poder ir regateando.
Ese día vimos los templos de Wat Phra Singh, Wat Chedi Luang (que son de los mas importantes) y un largo etc de diferentes templos, ya que la ciudad esta llena. 




Todo esto con el acoso constante de los taxis y Tuk Tuk que te iban pitando, parando y preguntando si te llevaban a algún sitio.
Durante estos días descubrimos, que allí todo el mundo hace negocio, ya que si le pides a un Tuk Tuk que te lleve a algún sitio, te pregunta cuantos días vas a estar, si has visto aquello, lo otro, y así te lleva a sus amigos para que les compres cosas o contrates las excursiones. Hasta hay algunos que se hacen pasar por Tailandeses de otro sitio (por ejemplo, te dicen que son de Pukhet y que están en Chiang Mai de compras) y que están de vacaciones, para parecer que solo quieren informarte y a la que te descuidas, estas montado en un Tuk Tuk, camino de alguna agencia o de alguna fábrica de algo.
Y así es como, sin comerlo ni beberlo, y también porque estaba lloviendo (una lluvia de esas de Tailandia, que aunque sea un día de sol, empieza a llover como si no hubiera llovido nunca, durante dos horas y de repente para), nos encontramos subidos en un Tuk Tuk dirección a una agencia donde nos querían vender un par de excursiones que estábamos interesados, aunque al final no cogimos nada con ellos, ya que nos parecían un poco “caros”, y también nos llevo a un par de fábricas. Una de seda, donde vimos como hacían las piezas de seda, ya sean camisas, corbatas, fulares… pero desde el inicio, o sea, desde los gusanos de seda.
Y otra de piedras preciosas y principalmente jade, donde vimos como tallaban las piedras y luego la mega muestra para vender.
Pues no compramos nada, como no, además no probamos ni a regatear. Al final el Tuk Tuk nos llevo de vuelta donde nos había recogido. Fue todo un poco preparado para que compraramos, pero el paseo no estuvo mal (unas dos horas con un Tuk Tuk 80 Bats, que al cambio son poco mas de 2 €) y vimos cosas interesantes.
Antes de ir hacia el hotel, nos dimos una vuelta por los barrios un poco mas alejados de la zona central, o la zona del mercado nocturno, y es altamente recomendable ya que además de ver cosas no tan turísticas, las “agencias” que organizan tours y que están por esas zonas, suelen ofrecer precios mas baratos.
En una de esas agencias contratamos el tour del día siguiente: La excursión a Chiang Rai y el triangulo de Oro. Además, preguntamos por la excursión que consiste en pasar el día en una granja de elefantes y nos pareció buena opción, aunque le dijimos que ya volveríamos.
Después de eso, de vuelta al hotel y mercado nocturno, donde ya teníamos localizados varios puestos y varias cosas para comprar, aunque de momento nada, sólo preguntar precios.

Dia 10

Día de la excursión a Chiang Rai y el triangulo de Oro. Es una excursión un poco palo para hacerla en un día, pero la otra opción es pasar una noche en Chiang Rai y tampoco nos gustaba mucho.
La excursión empieza sobre las 7:00 y vuelves al hotel sobre las 21:00, con unas 5 horas de ida y 3 horas de vuelta en mini bus, parándote en diferentes sitios, principalmente a la ida.
Ah, se me olvidaba, la excursión nos costó 900 Bats por persona (unos 30 €), con un paseo en barca y la visita a la tribu de Long Neck, que en otras “agencias” te las cobraban aparte. Por poner un ejemplo en el primer sitio que preguntamos, nos pedían 1100 bats por persona más 300 por persona por el paseo en barca y otros 300 por persona por lo de Long Neck, en total 1700 Bats.

Pues durante la excursión vimos:

  • Hot spring: Un lugar donde hay algunos geisers.
  • Templo blanco: Un templo totalmente blanco que esta construyendo un pintor afincado en el pueblo y que da trabajo a mucha gente, ya que atrae el turismo. El templo es una pasada, aunque hay que decir que al autor se le va un poco la olla.








  • Triangulo de Oro: Triangulo en el cual hacen frontera Tailandia, Myanmar y Laos divididas por el río Mekong, y conocido por ser un importante centro de tráfico de opio. Aquí es donde cogemos el barco y nos llevan un poco arriba y abajo hasta desembarcar en Laos, donde estamos unos 20 minutos y volvemos hacia Tailandia.



  • Comer: Buffet libre en un restaurante cutre.
  • Maesai: es el punto más al norte de Tailandia, frente a la frontera con Birmania, aunque no la pasamos. Hay algunos tailandeses que vienen a este punto para pasar la frontera y jugar en los casinos, ya que en Tailandia esta prohibido.

    • Long Neck o visita a la tribu de las mujeres Jirafa (tribu Masen): Ellas (porque solo lo hacen las mujeres) siguen una antigua tradición que consta de tener el cuello lo más alargado posible. Para lograr su objetivo utilizan unas anillas doradas que rodean el cuello hasta alargarlo a dimensiones increíbles.La transformación comienza desde temprana edad, al colocarse aros en el cuello, paulatinamente mientras transcurren los años.La vida de estas mujeres está marcada por sus collares. Nunca se los quitan. Ni para dormir, ni para lavarse, ni para comer…  Dicen que el gobierno no les permite estar mucho tiempo fuera de la aldea, por los ingresos económicos que generan con los turistas. Y realmente creemos que debe ser así, porque aquello nos pareció un poco zoológico. Además, el guía nos contó que antiguamente lo hacían por tradición y proteccion y que hoy en dia lo siguen haciendo por los turistas.


    Está fue nuestra ultima parada antes de volver a Chiang Mai. De nuevo hotel y mercado nocturno, aunque otra vez sin comprar.

    Continuara……