viernes, 22 de julio de 2016

Octavo y noveno día. Sábado 16 y domingo 17. Parque Manuel Antonio y vuelta a BCN.

Poco que contar de estos dos días, ya que nos levantamos, desayunamos tranquilamente y cogimos la barca de vuelta a Sierpe. Una vez en Sierpe pagamos el parquing para recoger el coche y condujimos un par de horas hasta Manuel Antonio. Yo aún estaba un poco convaleciente del estomago, pero dejamos las cosas en el hotel y fuimos a visitar el parque.
El Parque Nacional Manuel Antonio es una área de conservación natural localizada en la costa pacífica central de Costa Rica, en el cantón de Quepos, provincia de Puntarenas.
Manuel Antonio fue seleccionado por la Revista Forbes en 2011 entre la lista de los 12 parques más bellos del mundo.1
El parque está ubicado a unos 157 km al sur de la ciudad de San José capital de Costa Rica y 7 km al sur de la ciudad de Quepos, entre Damas y Matapalo. Fue establecido el 15 de noviembre de 1972 con una extensión de 1.983 ha en la parte terrestre y 55.000 ha en la parte marina, dedicados a la conservación, investigación y turismo ecológico orientado hacia la educación ambiental.
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Un parque con varios caminos para hacer, pero que con el calor que hacía y el dolor de barriga sólo hicimos algunos de ellos. A destacar una playa muy chula que hay para bañarse, y los diferentes animales que se ven por el camino. Sobre todo diferentes monos y perezosos.







A media tarde, vuelta al hotel a descansar. Al día siguiente en mejores condiciones estomacales nos levantamos y pusimos rumbo a San Jose para dejar el coche y coger el avión rumbo a Barcelona.

Unas buenas vacaciones en un país con mucha naturaleza.

Próximo destino....Dubai + Japón.

jueves, 21 de julio de 2016

Del quinto al septimo día. Martes 12 al viernes 15. Bahia drake, Corcovado e Isla del Caño (peninsula Osa)

Tocaba levantarse pronto y conducir 5h hasta Sierpe que sería el próximo destino para enlazar con el barco que nos llevaría al destino final, la Bahía Drake dentro de la península Osa.

Una vez llegamos al embarcadero de Sierpe, vimos que lo tienen todo muy bien montado, ya que te facilitan un lugar donde dejar el coche (pago a la vuelta y 10$/día) durante los días que estés en bahia Drake y te preguntan en que hotel te alojas para avisar que vas para allí. Nosotros estábamos en cabinas Manolo, un conjunto de habitaciones muy acogedoras con baño compartido. Es un negocio familiar que además de asesorarte sobre excursiones, te gestionan las diferentes reservas de los tours que quieras hacer. El precio es parecido en todos los sitios que miramos, por lo que después de mirar que íbamos a hacer, contratamos con ellos la excursión de un día al parque de Corcovado, ya que la de dos días una noche, nos parecía muy caro y no creemos que merezca la pena.


Por cierto, y que no lo he comentado antes, para llegar a Bahia Drake en época seca es toda una aventura, ya que sales con una lancha desde el río hasta el mar, y en el mar como la marea esta baja, las diferentes lanchas se esperan dando vueltas cerca del arrecife que sobresale y cuando viene alguna ola en condiciones se lanzan directos hacia ella para poder cruzar...toda una aventura!!!!. Una vez llegas has de pisar el agua si o si, por lo que se recomienda ir descalzo o en chanclas.

Dicho esto, una vez llegamos y con los bártulos ya en la habitación, salimos a dar una vuelta e intentar encontrar el centro de buceo drake divers (http://www.drakediverscr.com/?lang=es), nos costó, ya que está siguiendo la calle principal y un poco alejado, pero una vez lo encontramos, tuvimos la agradable sorpresa que lo regentaba un catalán. Después de la "xerrada" de turno, acordamos con el que haríamos un día de buceo en la isla del Caño.

Con esto ya teníamos planificados los días que íbamos a estar allí, ya que al día siguiente iríamos al Parque Nacional de Corcovado, al otro día de buceo y el último día excursión por alguna ruta que salía desde Bahía Drake.

Pues con todo planificado nos dirigimos a uno de los dos supermercados del pueblo y compramos algunos bíberes para cenar por la noche. Existen como dos mini supermercados en todo el pueblo, y en uno de ellos por si no has llevado suficiente dinero en efectivo (no hay ningún cajero), puedes conseguir dinero en efectivo a partir de la tarjeta cobrándote una pequeña comisión. Después de cenar nos fuimos a dormir ya que al dia siguiente nos levantábamos pronto para coger la barca que nos llevaría al Parque Nacional de Corcovado.

Sonaba el despertador y ya nos estaba esperando el coche que nos acercaría a la playa para esperar la lancha hacía corcovado.

El Parque Nacional Corcovado se encuentra en la Península de Osa al suroeste de Costa Rica (9° Norte, 83° Oeste), y es parte del Área de Conservación Osa. Fue creado el 24 de octubre de 1975, y comprende un área de 45757 ha terrestres y 5375 ha marinas. Es considerado una pieza muy importante en el amplio sistema de parques nacionales y reservas biológicas del país. La diversidad biológica es sorprendente. National Geographic lo ha llamado el lugar más intenso del mundo, biológicamente hablando y se estima que ningún lugar en el mundo (que posea una extensión similar) albergue una mayor diversidad biológica.

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Después de casi 3h de camino llegamos a la playa por donde accederíamos al sendero junto con el grupo que íbamos y el guía asignado. Estuvimos durante toda la mañana siguiendo senderos y viendo diferentes animales como monos, tucanes, koaties, pajaros carpinteros, perezosos, etc.. Casi al mediodía llegamos a la estación Sirena y allí comimos. Esta estación es donde se quedan a dormir los grupos que deciden pasar más de un día en el parque. Una vez habíamos comido volvimos a emprender la ruta por otros senderos que se adentraban más en la selva y continuamos viendo todo tipo de animales como Tapires (Dantas), más aves, cocodrilos, etc.. Después de unas 3h volvimos a aparecer en la estación y de allí camino a la playa para coger la lancha de vuelta a bahia Drake. Durante el camino pudimos ver algunos delfines saltando. 












Esa noche estábamos bastante cansados por lo que volvimos a cenar en la habitación y nos fuimos a dormir.

Sonaba el despertador en un nuevo día. Hoy tocaba buceo en la isla del Caño.

Isla del Caño es una pequeña isla a unos 20 km de Bahía Drake, Costa Rica, que posee unas 300 hectáreas (3 km²).1 2 Está en la parte del Océano Pacífico de Costa Rica, al oeste de la Península de Osa. Fue declarado como parque nacional y área protegida, con una estación permanente de guardaparques en la isla. Es un popular destino turístico, que atrae a los visitantes por sus playas, bancos de coral y vida marina. Los investigadores utilizan actualmente los lechos de coral para estudiar los factores que rodean la muerte del coral y el proceso de recolonización. La vida marina incluye manta rayas, delfines, tortugas marinas, ballenas y una gran variedad de peces. La limitada diversidad de la fauna terrestre, sin embargo, es notable, ya que la isla tiene menos del uno por ciento de la diversidad de insectos de la península y destaca la ausencia de numerosos animales nativos de la cercana tierra firme. La evidencia de la actividad precolombina humana en la isla es sustancial, con algunos artefactos interesantes como las esferas de piedra tallada, evidentemente, hechas por las primeras civilizaciones que habitaron estos territorios.

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Nos encontramos en la playa con nuestros amigos de drake divers y después de cargar los equipos nos dirigimos hacía Isla del Caño. Fueron dos horas de navegación pero que se pasaron bastante rápido comentando que íbamos a ver y escuchando el briefing que nos daban.

Una vez llegamos al punto de inmersión, nos tiramos al agua y realizamos la primera inmersión. Estuvimos viendo rayas, tiburones, tortugas, barracudas, etc.. y aunque la visibilidad y el colorido no era lo que esperábamos no estuvo del todo mal.
Finalizamos la primera inmersión y el tiempo en superficie lo pasamos en una playa de la isla del Caño protegida por el ejercito y que si no vas con algún grupo organizado no puedes desembarcar. Al cabo de una hora volvimos a sumergirnos en la segunda inmersión. Aquí si que había un poco más de coral y otra vez vimos muchos tiburones, bastante activos por cierto y un grupo grande barracudas.




Salimos del agua y volvimos a Bahia Drake donde nos dieron de comer en un bar cercano a la playa. 

Esa tarde la pasamos paseando por el pueblo y decidiendo que ruta hacer al día siguiente. Por la noche fuimos a cenar a un restaurante que nos habían recomendado y que hacía un pescado fresco muy bueno. El problema es que hubo algo que no me sentó muy bien, y durante los dos días siguientes lo pase bastante mal ya que el dolor de barriga fue creciendo hasta que a media noche me levanté a vomitar. Lo raro es que a Juani no le paso nada y comimos lo mismo.

Al día siguiente y aún un poco convaleciente realizamos una ruta de más de tres horas bordeando toda la costa hasta y pasando por diferentes hoteles en mitad de la nada y playas desiertas hasta llegar a la playa que nos habíamos marcado como destino. Durante el camino nos siguieron dos perros que a veces nos indicaban el camino ya que no estaba muy claro por donde continuar. Estuvimos viendo también monos salvajes y algunos lagartos. 










Desde la playa hablamos con un barquero para que nos llevara por un módico precio (10$) hasta bahia Drake, ya que el dolor de barriga y el cansancio no creo que me hubieran permitido recorrer el camino de vuelta.

Ya en Bahia Drake comimos y estuve toda la tarde tumbado descansando, ya que al día siguiente tocaba volver y conducir un rato hasta Manuel Antonio.