28 diciembre 2013
Nos levantamos con la ilusión del que visita un país nuevo y una vez configurado el GPS con el camino nos pusimos en ruta, antes de salir revisamos el estado de las carreteras y no parecía malo, aunque mas adelante descubriríamos que lo que a nosotros nos parecía no muy malo, para gente sin experiencia en estos climas es fatal y que el estado no se revisa una vez para toda la semana o todo el día, sino que hay que ir revisando casi cada hora el cambio de estado de las mismas.
Salimos con el 4x4 dirección Geyssir cuando aun era de noche y por el camino vimos el amanecer en el horizonte y el sol ponerse a media altura, que seria lo máximo que subiría antes de empezar a ocultarse durante la tarde. Para llegar hasta Geyssir y Gulfoss pasamos cerca del parque natural de Thingvellir y ahí tuvimos nuestro primer percance ya que sin darnos cuenta la carretera cambió y el suelo estaba bastante congelado.
Después de varios intentos para sacar el coche con algunas cuerdas de diferentes coches que pararon a ayudarnos, se subió un autóctono (medio vasco, medio islandés...jajajaja) y con cuatro acelerones y un par de volantazos consiguió sacar el coche sin necesidad de cuerdas.
Continuamos nuestro recorrido hasta llegar a Geyssir y allí pudimos observar verdaderas fuerzas geotérmicas, ya que había diferentes pozas expulsando humo, y no era para menos ya que el agua marcaba unos 100ºC. Aunque lo más espectacular del lugar y que daba nombre al mismo, era el geysser principal que cada cierto tiempo (entre 5 y 7 minutos ya que iba variando) expulsaba un chorro de agua hacia el cielo que podía alcanzar los 20 m de altura.
Estábamos en una verdadera tierra de volcanes.
En la época de verano, todo lo que era nieve y hielo se convierte en un césped verdoso, con lo que el contraste entre verano e invierno es muy interesante.En esta zona hacia bastante viento y la sensación térmica descendía bastante, por lo que al acabar de hacer las fotos de rigor, volvimos al coche para poner rumbo al segundo lugar escogido para dormir, ya que eran las 16:30 y empezaba a anochecer.
Cenamos algunas de las sopas de sobre y macarrones precocinados que habíamos traído de España y nos fuimos a dormir, ya que al día siguiente teníamos que recorrer unos 300km....o eso creíamos.
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